Objetivos:
El objetivo final de la acción F-6 es redactar un plan
de conservación para la tortuga boba (Caretta caretta) en los
LICs de las islas Baleares y aguas adyacentes. Para ello se identificaron
en la propuesta tres objetivos específicos prioritarios: (1) establecer
los movimientos a medio y largo plazo de los ejemplares presentes en la
zona, así como su distribución, estacionalidad y origen,
(2) estimar la dimensión de la población y (3) cuantificar
el efecto de la captura en artes de pesca profesional en aguas de Baleares.
Métodos empleados:
Movimientos, distribución, estacionalidad y origen de los ejemplares
Con el objetivo de evaluar las poblaciones de delfín común
(acción F.7) y tortuga boba (acción F.6) se realizaron tres
campañas de vuelos que cubrieron en su totalidad las aguas de la
plataforma continental del Archipiélago Balear. La tercera campaña,
destinada a cubrir los canales entre islas, no proporcionó datos
relevantes sobre tortugas y por lo tanto no se considera en esta sección.
Entre abril de 2003 y noviembre de 2004 se capturaron a mano 12 tortugas
en aguas de Baleares para ser equipadas con emisores para seguimiento
por satélite (Telonics, modelos ST-18 y ST-20), que operan a través
del sistema Argos (2000). La Fundación Marineland-Palmitos cedió
otros tres ejemplares procedentes de su centro de recuperación.
El tiempo de seguimiento osciló entre los dos y los doce meses.
Figura 6.1: Colocación de
un transmisor satélite.
Las muestras recogidas por la red de control de varamientos de la Conselleria
de Medio Ambiente permitieron obtener 137 muestras de piel, grasa, caparazón,
músculo y hueso para el análisis genético y de isótopos
estables, así como 19 muestras para el análisis del contenido
estomacal. En el estudio de alimentación se empleó el modelo
de mezcla IsoSource para calcular la contribución de 24 presas
potenciales a la dieta de las tortugas. Para establecer el origen de las
tortugas presentes en las Islas Baleares fue preciso estudiar el perfil
genético de los ejemplares allí presentes así como
el de las playas de nidificación del Mediterráneo oriental
(el de las playas de nidificación atlántica estaba ya estudiado
previamente). El estudio se realizó en colaboración con
diversas entidades, entre ellas el CRAM (España), Archelon (Grecia),
Medasset (Grecia), la Universidad Adnan Menderes (Turquía), Naucrates
(Italia), Stazione Zoología A. Dohrn (Italia), The Nature &
Parks Authority of Israel y la Universidad de Tel-Aviv (Israel). Se empleó
como marcador genético un fragmento de 391 pb de la región
control del D-loop del ADN mitocondrial, así como siete microsatélites
del ADN nuclear.
Tamaño de población
El tamaño de la población se ha determinado mediante censos
aéreos, combinados con el seguimiento mediante satélites,
y el análisis de los datos obtenidos mediante captura/marcado/recaptura.
Se usaron los datos proporcionado por los vuelos y los emisores descritos
en el apartado anterior, capaces de registrar el tiempo que el animal
pasaba en superficie. Asimismo, durante 2003 y 2004 se marcaron 32 animales
con marcas metálicas, aunque ninguno de ellos fue recapturo, por
lo que este método se considera poco útil. En los censos
aéreos se observó una media de 18,5 + 3,5 ejemplares por
campaña. Por otra parte, los animales seguidos por satélite
pasaron el 9,7% del tiempo de seguimiento sobre la plataforma continental
de Baleares, permaneciendo en superficie el 18,5% del tiempo. Los censos
aéreos cubrieron una superficie de 329,03 km2 (1.645,15 km recorridos
x 0,2 km de ancho, de un total de 7.773,7 km2).
Impacto de la pesca profesional
Para evaluar la incidencia de la pesca sobre la población de tortugas
presentes en las aguas de Baleares se combinaron dos técnicas complementarias:
el uso de encuestas a pescadores y el embarque de observadores en barcas
de pesca. Los resultados proporcionados por los observadores fueron comparados
con los derivados de las encuestas realizadas en puerto. Se realizaron
un total de 162 encuestas, lo que supuso una cobertura del 32,9% de la
flota. La comparación de los datos obtenidos mediante encuestas
con los datos obtenidos mediante embarques no detectó diferencias
significativas, de forma que se asumió la veracidad de las respuestas.
Una vez comprobada dicha veracidad, se asumió que en el resto del
archipiélago sucedía lo mismo y se cuantificaron las capturas
totales a partir de los datos de las encuestas. La captura declarada fue
de 143 tortugas, a cargo de 33 embarcaciones. En las capturas se vieron
implicadas siete de las trece modalidades de pesca practicadas en la isla.
Resultados
Movimientos, distribución, estacionalidad y origen de los ejemplares
El análisis combinado de la información obtenida a partir
de las campañas aéreas y del seguimiento de ejemplares mediante
satélite ha revelado:
1) Las tortugas se distribuyen aleatoriamente sobre la plataforma continental
de las Baleares.
2) La ausencia de migraciones latitudinales de carácter estacional
3) La limitación del área de campeo a la Cuenca Argelina,
aunque con breves estancias en el mar Catalanobalear
4) La preferencia de la especie por aguas oceánicas.
Figura 6.2 Desplazamientos realizados por algunas de
las tortugas equipadas con emisores satélite.
Figura 6.3: Rutas migratorias seguidas por las tortugas
bobas en el Mediterráneo occidental
En el análisis de isótopos estables no se observaron diferencias
estadísticamente significativas entre las tortugas capturadas en
aguas oceánicas (d13C: -17.9 ± 0.4 0/00 y d15N: 6.8 ±
0.6 0/00) y las tortugas capturadas en aguas neríticas (d13C: -18.5
± 0.4 0/00 y d15N: 6.1 ± 0.9 0/00), por lo que puede descartarse
la existencia de dos poblaciones.
El análisis genético reveló que las frecuencias haplotípicas
halladas en Baleares difieren significativamente de las observadas en
Cataluña, el mar Tirreno y el mar Jónico, pero no difieren
de las observadas en Andalucía, Azores, Madeira y Lampedusa. Estos
resultados sugieren que las islas Baleares reciben una aportación
muy limitada de las playas de puesta del Mediterráneo oriental,
igual que pasa en Madeira y Azores (Bolten et al. 1998). Por otra parte,
se observan diferencias significativas al comparar las frecuencias alélicas
de los siete microsatélites en tortugas portadoras de haplotipos
atlánticos con las frecuencias halladas en las playas de nidificación
mediterráneas. Esto permite emplear los microsatélites para
calcular la probabilidad de que un ejemplar portador de un haplotipo común
al Mediterráneo y al Atlántico proceda de una determinada
zona de nidificación. El empleo de este método ha revelado
que el 90% de las tortugas presentes en Baleares proceden de playas de
nidificación atlánticas, resultado que puede extrapolarse
al conjunto de la Cuenca Argelina.
Tamaño de población
La población de tortuga boba presente sobre la plataforma continental
se ha calculado en 2.362.6 + 446.5 tortugas, mientras que el tamaño
aproximado del stock al que pertenecen las tortugas presentes en la plataforma
de las islas es de 24.356,8 + 4.602,4. Teniendo en cuenta el área
utilizada por los animales seguidos mediante satélite, ésta
podría ser el tamaño de la población presente en
el conjunto de la Cuenca Argelina.
Impacto de la pesca profesional
La extrapolación de los resultados de las encuestas al conjunto
de la flota pesquera profesional permitió estimar la captura total
a lo largo de 2001 en 377 tortugas (95% CI: 365-308). Las modalidades
más conflictivas, con diferencia, resultaron ser el palangre de
superficie (102 tortugas; 95% CI: 111-93) y el trasmallo de langosta (196
tortugas; 95% CI: 269-123). Globalmente, la principal amenaza para la
conservación de la población de tortuga boba que nidifica
en el Mediterráneo oriental es la mortalidad a lo largo de la orilla
europea del Mediterráneo, y no la mortalidad en la Cuenca Argelina.
Por este motivo, es necesario profundizar en la identificación
de las causas de mortalidad en la primera de estas regiones.
Resultados globales de la acción:
Se han cubierto todos los objetivos de la acción, pues se ha logrado
(1) establecer los movimientos a medio y largo plazo de los ejemplares
presentes en la zona, así como determinar su distribución,
estacionalidad y origen, (2) estimar la dimensión de la población
y (3) cuantificar el efecto de la captura en artes de pesca profesional
en aguas de las islas Baleares.
Únicamente en el caso del segundo objetivo (dimensión de
la población) sería necesario matizar los resultados. El
seguimiento por satélite ha revelado que el área de campeo
de las tortugas presentes en Baleares se extiende por la mayor parte de
la Cuenca Argelina y una pequeña zona del Mar Catalanobalear. En
cambio, los censos aéreos se han realizado únicamente sobre
la plataforma continental de las islas Baleares. Ciertamente, es posible
calcular la fracción de la población presente en un momento
dado en esta última área, y a partir de ahí calcular
el número total de tortugas presentes en toda la Cuenca Argelina,
tal como se ha hecho. No obstante, para disponer de estimas más
robustas del número de tortugas presentes en esta última
sería necesario realizar vuelos, o censos desde embarcación,
que cubrieran un amplio sector de la Cuenca Argelina. En el futuro, esta
actividad debería realizarse de forma periódica con el fin
de evaluar la tendencia demográfica de la población. En
cambio, el uso de técnicas de captura-marcado-recaptura no parece
adecuado. A pesar del esfuerzo realizado, únicamente se capturaron
unas decenas de ejemplares sin que se obtuviera ninguna recaptura. Estos
pobres resultados se explican por la gran área de campeo de la
especie.
Los resultados obtenidos han revelado la insuficiencia
de los LIC propuestos para la conservación de la tortuga boba,
pues la especie pasa muy poco tiempo en ellos. La mejor estrategia para
la conservación de la citada especie sería reducir las capturas
accidentales, siendo ésta la principal amenaza para su conservación.
Las autoridades locales de las islas Baleares (el Gobierno Autonómico
y los Consejos Insulares) tiene a su alcance minimizar las capturas accidentales
de tortugas bobas mediante trasmallo de langosta, pues son las encargados
de la inspección pesquera en aguas interiores. En cambio, reducir
las capturas accidentales de tortugas en la Cuenca Argelina sería
responsabilidad del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
del Gobierno de España, pues es él quien regula la pesca
en aguas exteriores y la normativa a seguir por los barcos españoles
que pescan en aguas internacionales. Sin embargo, para asegurar una completa
protección de la especie los otros países con presencia
pesquera en la zona (Francia, Italia, Marruecos y Argelia) deberían
emprender acciones semejantes.
El proyecto ha permitido, además, profundizar
notablemente en el conocimiento de la biología de la conservación
de la tortuga boba. Entre otros, el análisis de la dieta ha mostrado
que la especie basa su alimentación en el zooplancton gelatinoso
representa el grueso de la dieta, unque los peces y cefalópodos
aportan hasta el 20% del carbono asimilado. El análisis de contenidos
estomacales ha corroborado la escasa relevancia de las presas bentónicas
en la dieta de la tortuga boba en Baleares.
Figura 6.4 . Contribución de diferentes tipos
de presa a la dieta de la tortuga boba en Baleares
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